El Estilo Competitivo:
para situaciones muy competitivas en las que unos ganan y otros pierden, cuando
no importa mucho el futuro de la relación entre las partes sino el resultado,
es decir prima el resultado sobre la relación.
El Estilo Colaborativo:
para negociaciones colaborativas donde ambas partes ganan, se necesitan
mutuamente para conseguir sus resultados y además quieren preservar la
relación, en determinadas circunstancias hacen que las ganancias sean mayores
que las esperadas.
El Estilo Acomodativo:
en situaciones donde prima la relación sobre los resultados, esto hace que se
acepte perder primeramente para obtener resultados en el futuro.
El Estilo Evitativo:
cuando ambas partes piensan que no vale la pena negociar porque los problemas
derivados de la negociación pueden ser mayores que los beneficios obtenidos.
El Estilo Distributivo:
cuando las partes establecen un acuerdo rápido, justo y equilibrado sobre
asuntos de mutuo interés.